En el nombre y amor de Dios, les doy la bienvenida muy fraternal a todas las personas nuevas en Toronto y en la Parroquia, les aseguro una feliz estadía en nuestra gran familia parroquial.
No dudo que acá encontraran un segundo hogar, con calor humano y espiritual. Estaremos empeñados en ayudarles a crecer fuertemente en la fe, esperanza y caridad.
Estoy muy convencido tambien que nos enriquecerán con sus capacidades, habilidades, experiencias y la alegría en la fé.
Dios les bendiga,